Ha sido una semana larga en el trabajo y ya estás listo para desconectarte el fin de semana y descansar con tu familia.
Pero llega el viernes por la noche y tus hijos te cuentan que tienen un proyecto importante de estudios sociales para la próxima semana… y necesitan tu ayuda para hacer el cartel el domingo después de la iglesia. Y esa mañana de sábado que habías reservado para ti de repente se llena con una práctica de baloncesto reprogramada y una competencia de atletismo que había sido cancelada semanas atrás.
¿Te suena familiar?
En momentos así, es fácil sentir frustración por la situación o incluso enojarse con los hijos. Pero en realidad, también son oportunidades perfectas para practicar la adaptabilidad como padre.
¿Por qué necesitamos adaptabilidad como padres?
Con años de experiencia en consejería familiar y respaldado por investigaciones sobre el estilo de crianza con autoridad, el Dr. Daniel P. Huerta, vicepresidente de Familia y Juventud en Focus on the Family —un aliado estratégico de HopeConnect™ en Español— comparte siete cualidades clave que los padres pueden desarrollar para ser cuidadores, mentores y líderes más eficaces para sus hijos.
Una de esas cualidades es la adaptabilidad.
En su libro Siete cualidades de una crianza efectiva, el Dr. Huerta explica cómo el Espíritu Santo nos capacita para ser adaptables en respuesta a los factores de estrés más difíciles de la vida. Sin embargo, cuando no logramos adaptarnos, es más probable que experimentemos estrés, ansiedad o enojo.
Con el tiempo, esto puede afectar negativamente la relación con nuestros hijos. Ser más flexibles puede parecer imposible, pero no lo es. Aquí te compartimos cuatro maneras sencillas de empezar a practicar la habilidad de adaptación en casa.
4 maneras de fomentar la adaptabilidad
Como cualquier otra habilidad de crianza, la adaptabilidad se puede desarrollar con práctica. Estas son cuatro estrategias identificadas en el libro del Dr. Huerta que pueden ayudarte:
- Tener una mentalidad flexible – Muchas veces, nuestros hijos ven las cosas desde una perspectiva distinta a la nuestra. Por ejemplo, si tu hijo dice una mentira, puedes practicar una mentalidad flexible al tratar de entender qué lo llevó a hacerlo y qué necesidad o emoción está detrás de ese comportamiento. En lugar de enfocarte solo en la mentira, mirar más allá te permitirá responder con más sabiduría y ayudar a tu hijo a tomar mejores decisiones en el futuro.
- Ver el panorama completo – A veces, la vida se mueve a un ritmo abrumador. Por eso, es útil detenerse, tomar distancia y observar la situación antes de reaccionar. Cuando tu hijo se está portando mal, ¿qué podría estar ocurriendo en su interior? ¿Qué factores de su historia —o incluso de su día— podrían estar influyendo? Al ver el panorama completo en lugar de enfocarte solo en el problema inmediato, puedes practicar la adaptabilidad y mantener la calma en momentos de estrés.
- Tener una mentalidad de crecimiento – Es fácil mirar nuestra vida y pensar que nada va a cambiar — pero no es así. Mientras estemos vivos, siempre tenemos la oportunidad de crecer y formar nuevos hábitos. Creer esto (y actuar en base a esa creencia) es señal de una mentalidad de crecimiento. Esto incluye renunciar a la perfección y ajustar nuestras expectativas de forma realista tanto para nosotros mismos como para nuestros hijos.
- Aprender y adaptarse – Ningún padre comienza con todas las respuestas. Pero lo que distingue a los padres adaptables es su disposición a aprender de la experiencia, reflexionar sobre lo que funciona (y lo que no), y hacer ajustes intencionales a medida que su hijo crece. Estar abiertos a recibir nueva información, conocer distintos estilos de crianza y aplicarlos en la práctica es señal de adaptabilidad. También significa reconocer que las necesidades de tu hijo cambiarán con el tiempo y que tus estrategias como mamá o papá deben ajustarse para acompañar su desarrollo.
CONCLUSIÓN CLAVE
Una crianza adaptable requiere estar dispuestos a crecer, reflexionar y responder con flexibilidad en lugar de rigidez — especialmente en momentos de estrés o dificultad. Cuando los padres practican una mentalidad flexible, consideran el panorama completo, adoptan una actitud de crecimiento y ajustan su enfoque con el tiempo, crean un entorno de apoyo que responde a las necesidades emocionales y de desarrollo, siempre cambiantes, de sus hijos.
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. ~Romanos 12:2 (NTV)
APLICACIÓN
Convierte tu próximo paseo en auto en una oportunidad para conectar con tus hijos jugando Piensa, comparte, cuida. Este juego sencillo los anima a hablar sobre sí mismos y a hacerte preguntas también, fortaleciendo así los lazos familiares.
Encuentra este juego y muchos más en la colección de actividades de Momentos Cotidianos™.