Mayo es el Mes Nacional de la Crianza Temporal. Es un tiempo valioso para celebrar a los padres, familiares, padres de crianza temporal, profesionales del bienestar infantil, terapeutas, mentores, iglesias y ministerios que han sido movidos por la misión de cuidar al huérfano y a la viuda. También celebramos a los legisladores y a otros miembros de la comunidad que ayudan a que los niños y jóvenes en crianza temporal encuentren una esperanza verdadera, un hogar y conexiones que traen sanidad.
Y todo comienza con un corazón hospitalario.
La Biblia habla de la hospitalidad. Lo vemos cuando Abraham y Sara reciben en su casa a tres visitantes, en el capítulo 18 de Génesis. No hubo un aviso previo de que llegarían invitados. Aun así, ellos los recibieron con los brazos abiertos. Además de comida y bebida, la invitación incluyó garantizar la protección de sus huéspedes durante su estancia. Incluso en el Nuevo Testamento, Dios nos manda: “No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!” (Hebreos 13:2 NTV).
El “sí” de un padre de crianza temporal
La crianza temporal es hospitalidad bíblica. Aunque te avisaron que un niño necesitaba cuidado, muchas veces esa llamada llegó sin darte tiempo para prepararte. Pero, como Abraham y Sara, cuando llegó la oportunidad de servir, tu respuesta fue: “¡sí!”
He pensado en tu “sí”. No de manera superficial, sino considerando las muchas capas que representa. Es como un pastel cubierto de glaseado: nunca se trata de una capa fina. Solo quien lo preparó sabe cuántas capas se necesitaron para que el pastel luzca como luce. Así eres tú. Así es tu hogar. Así es tu corazón. Las capas que forman la manera en que respondes por un niño, por un grupo de hermanos que entró en tu corazón incluso antes de entrar en tu casa.
Tu primer “sí” fue un acto de fe. Confiaste en Dios. Él ha seguido fortaleciendo tu confianza. Con su voz suave y apacible, te llamó a cuidar de niños en crianza temporal. Has repetido Hebreos 11:1 (NTV) — “La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.”
Cada día es una experiencia nueva: gustos y disgustos, nuevas formas de comunicación con personas que solo conocen tu nombre, pero no conocen tu corazón ni saben cuánto has orado para ser fiel al llamado de Dios de cuidar a los más pequeños.
Sé fuerte y valiente
En esos momentos en los que necesitas respirar profundo, Él guía tus pasos: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11 NTV).
Una persona se sienta a la mesa de la cocina, mientras otra se pone los tenis y sale a trotar antes de que la casa despierte, para apartar tiempo con el Señor. “Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.” (Salmos 119:147 NVI). Es un recordatorio diario de que practicar la hospitalidad todos los días no puede hacerse con el tanque vacío.
Dios te espera, listo para encontrarse contigo cuando le pides que llene tu reserva con lo que necesitas para ese día. Escucha con atención mientras le compartes tu corazón y las necesidades de tu hogar, cada detalle tocando las fibras más profundas de quienes te rodean. Entonces oyes al Señor recordarte que Él cuida de ti, y que puedes pedirle el descanso que tiene para tu alma, como está escrito: “Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza.” (Salmos 62:5 NTV).
El desánimo querrá hacerte creer que estás solo, que tal vez te equivocaste al decir que sí. Pero en medio de tu soltería o de tu cansancio, escuchas que Él te dice: “Yo soy el que soy… yo te llamé.” Nuestro fiel Dios de toda esperanza te recuerda que Él llena “… de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.” (Romanos 15:13 NTV).
Tu generosidad, tu bondad, tus actos de hospitalidad son testimonio de la fidelidad de nuestro Dios. “M Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.” (Hebreos 10:23 NTV).
Ten ánimo, querida mamá o papá de crianza temporal. ¡Tu alma está anclada en el Señor, quien te conoce por tu nombre! (Hebreos 6:19 NTV).
La Dra. Sharen Ford es directora del área de Crianza Temporal y Adopciones en Focus on the Family, un aliado estratégico de HopeConnect™ en Español. Continúa tan comprometida como siempre en crear conciencia sobre la necesidad de que cada niño tenga una familia de calidad.
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